¿Cuándo cambiar el aceite de motor de tu coche o furgoneta?

A pesar de que los coches son cada vez más sofisticados, el aceite de motor sigue siendo la parte más vital del motor, y el cuidado de este fluido es fundamental. Afortunadamente, se trata de una tarea bastante sencilla, y el sistema informático de a bordo de tu coche puede ayudarte.

Por eso, a continuación, te ofrecemos las cosas más importantes a tener en cuenta para que tengas un buen cuidado y mantenimiento de tu motor.

¿Cuándo cambiar el aceite de motor de tu coche o furgoneta?

El aceite de motor debe cambiarse cuando está desgastado o envejecido. El aceite se degrada por el calor y la presión, y puede acumular partículas nocivas que es necesario eliminar. Además, el aceite se descompone con el tiempo, incluso cuando el coche está aparcado durante un periodo prolongado.

La regla de «cada 5.000 kilómetros o cada tres meses« está obsoleta debido a los avances tanto en los motores como en el aceite. Muchos fabricantes de automóviles tienen intervalos de cambio de aceite de 12.000 o incluso 16.000 kilómetros y entre 6 a 12 meses para el tiempo.

¿Cada cuándo se debe comprobar el nivel del aceite?

Nuestros mecánicos recomiendan comprobar el nivel de aceite al menos una vez al mes o, idealmente, cada dos repostajes.

Otro error muy común es asumir que los vehículos nuevos no necesitan de esta tarea de mantenimiento, así que, si has adquirido un coche o furgoneta recientemente, deberías comprobarlo.

¿Cómo comprobar el nivel de aceite?

Si tu vehículo dispone de varilla de nivel de aceite, asegúrate de que el coche está aparcado en un terreno llano antes de comprobarlo. Si el motor ha estado en marcha, ten cuidado con los posibles puntos calientes bajo el capó.

Saca la varilla del motor y limpia el aceite de su extremo con un paño o toalla sin polvo. A continuación, vuelva a introducir la varilla en el tubo y empújala hasta el fondo.

Vuelve a sacarla, y esta vez mira rápidamente a ambos lados de la varilla para ver dónde está el aceite en el extremo. Todas las varillas tienen alguna forma de indicar el nivel de aceite adecuado, ya sean dos orificios, las letras L y H (bajo y alto), las palabras MIN y MAX, o simplemente una zona con rayas. Si la parte superior de la «raya» de aceite está entre las dos marcas o dentro de la zona rayada, el nivel está bien. Si el aceite está por debajo de la marca mínima, es necesario añadir aceite.

También puedes fijarte en si el color del aceite es viejo. Debe ser marrón o negro.

Si tiene un aspecto claro y lechoso, podría significar que hay una fuga de refrigerante en el motor.

Fíjate también en si hay partículas metálicas, ya que podría significar que hay daños internos en el motor.

Si observas cualquiera de estas condiciones, lleva tu coche o furgoneta a un mecánico para que realice un diagnóstico más detallado, en NUESTROS TALLERES estaremos siempre encantados de atenderte.

Tres problemas frecuentes en limpiaparabrisas y sus soluciones

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Durante esta época del año en la que la lluvia está tan presente, el uso de parabrisas aumenta y también los problemas que derivan de esa utilidad: agua que mancha, limpiaparabrisas que chirrían, agua que no se limpia… La visibilidad es una parte fundamental en la seguridad del conductor y no deberías preocuparte por eso en la carretera. Por eso, en MULTIAUTO ponemos a tu disposición los tres problemas más frecuentes en limpiaparabrisas y soluciones para que puedas arreglarlo de manera rápida y eficaz.

Los limpiaparabrisas manchan de agua todo el cristal.

Si este es tu caso, por suerte, puede haber varias razones por las que esto puede ocurrir y todas tienen fácil solución.

Una razón muy común por la que tus limpiaparabrisas pueden manchar el agua es el desgaste de las escobillas. Las escobillas están hechas de goma blanda, por lo que inevitablemente se desgastan y necesitan ser reemplazadas con el tiempo. De hecho, muchos fabricantes de automóviles recomiendan sustituir las escobillas cada seis meses.

Aun así, si las escobillas son nuevas y estás seguro de que la goma vieja no es la culpable, puedes probar estas diferentes opciones:

En primer lugar, intenta limpiar a mano el parabrisas: la suciedad que se acumula puede ser la causa de las rayas y manchas que quedan tras pasar el limpiaparabrisas.

A continuación, limpia también las escobillas con agua tibia y jabón, y limpia el borde de la escobilla con alcohol.

Si aún así el problema persiste, puedes probar a cambiar tu liquido de parabrisas o comprar uno de mejor calidad.

MULTIAUTO tres problemas más frecuentes en limpiaparabrisas y solucionarlos manera rápida eficaz.

Los limpiaparabrisas chirrían contra el cristal

Si este es tu problema, es probable que además te queden manchas y rayas. Las causas pueden ser varias: las escobillas o el parabrisas no están limpios, el brazo del limpiaparabrisas está doblado o las escobillas deben ser sustituidas.

En primer lugar, trata de limpiar a mano el parabrisas y las escobillas como te hemos indicado en el punto anterior. Esto eliminará los residuos y acumulaciones de suciedad, reduciendo el traqueteo y mejorando la eficacia del limpiaparabrisas.

Si te das cuenta de que el brazo del limpiaparabrisas está doblado, es posible que la escobilla no haga pleno contacto con el parabrisas, provocando el chirrío. Para comprobarlo, acerca la escobilla al parabrisas y comprueba si está paralela al cristal. Si no lo está, puedes utilizar unos alicates para doblar el brazo y darle la forma adecuada o pedir cita en nuestros talleres y hacer que un profesional lo revise adecuadamente.

Si todo está limpio y el brazo del limpiaparabrisas parece estar bien, es hora de cambiar las escobillas actuales y comprar unas nuevas.

Las gotas de agua no se van

Si las gotas de agua que se adhieren a tu parabrisas no se mueven, tu visibilidad va a disminuir considerablemente en poco tiempo. Si tienes este problema, puede ser que tu cristal se encuentre muy sucio. Las gotas se adhieren a la capa de suciedad de tu parabrisas en lugar de escurrirse por el cristal como deberían.

La mejor manera de arreglar esto es dar a tu parabrisas una limpieza a fondo.

Rotar los neumáticos: ¿sí o no? Información y consejos

Se acerca la temporada de lluvias de invierno y el buen estado de los neumáticos es especialmente importante para mantener una buena tracción y control de tu coche o furgoneta. El debate de si se deben o no rotar los neumáticos sigue siendo un tema controvertido a día de hoy para algunas personas, por eso en MULTIAUTO vamos a aclarar esta duda.

Ventajas de rotar los neumáticos

La rotación de los neumáticos hace que estos duren más tiempo y mejora el manejo, pero como consecuencia habrá que tener mucho más vigilado el desgaste desigual de la banda de rodadura para percatarnos de si algo va mal en nuestro vehículo.

Esto es importante porque los neumáticos delanteros se desgastan más rápido debido al peso del motor, los giros y las cargas de frenado más fuertes. Por lo tanto, las bandas de rodadura, delanteras o traseras, suelen desgastarse de forma desigual en los bordes más internos o externos.

Consumer Reports realizó un estudio en el que concluyó que, con el peso del motor, el par motor y la dirección combinados, los neumáticos delanteros se desgastan unas 3 veces más rápido que los traseros.  Según sus cálculos, la rotación de los neumáticos durante la vida útil de un vehículo reduce los costes netos de los neumáticos en un 10%, incluyendo el coste de la rotación.

Entonces, ¿debes o no debes rotar tus neumáticos?

La conclusión es que sí: cuanto más desiguales se desgasten, más a menudo hay que rotar los neumáticos para igualar ese desgaste. Durarán más, y tendrás mejor tracción y manejo.  Con el desgaste de la banda de rodadura igualado, es más conveniente (y normalmente un poco menos caro) sustituir los 4 al mismo tiempo.  Algunas personas también afirman que el ahorro de combustible es mayor, que el ruido de los neumáticos es menor y que la calidad de la conducción es mejor.

La regla general es que los neumáticos deben rotarse cada 8.000-12.000 kilometros, o cada 6 meses. Sin embargo, los distintos fabricantes de automóviles pueden sugerir sus propias pautas en función del tiempo o los kilómetros. ¡Puedes pedir citas en nuestro taller para que rotemos las ruedas y no tengas que preocuparte!

¿Qué es lo peor que puede pasar si no roto los neumáticos?

Si no rotas tus neumáticos, éstos se desgastarán rápidamente, y pueden causar una reacción en cadena de varios problemas. Podrás notar que el coche tendrá un mal equilibrio, una especie de inclinación. Debido al mal equilibrado y al desgaste de los neumáticos, también puedes experimentar un ruido excesivo durante la marcha, lo que puede indicar un problema con el sistema de suspensión del coche.

Luces testigo más comunes y cómo actuar frente a ellas

Las luces indicadoras del vehículo son un elemento de seguridad para los automóviles y los conductores o pasajeros. El propósito de las luces indicadoras es proporcionar información adicional sobre el estado del sistema eléctrico o mecánico de tu coche o furgoneta.

No todos los símbolos que aparecen en el salpicadero son luces de advertencia. Algunos tienen que ver con las características del vehículo (como las luces y el control de crucero) o con la seguridad (como el control de ángulo muerto y los avisos de salida de carril) o con problemas mecánicos (como los avisos de baja presión de los neumáticos y de temperatura del motor).

Además de los símbolos, los colores también son importantes. Las luces verdes o azules simplemente le permiten saber que un sistema está encendido o en funcionamiento. Las luces de advertencia naranja/amarilla generalmente significan que tu vehículo necesita ser revisado o reparado pronto. Estos avisos son menos urgentes que si tiene una luz roja y/o intermitente, ya que con esta última deberías actuar inmediatamente.

Para evitar posibles accidentes y preocuparnos por tu seguridad, en MULTIAUTO hemos decidido hacer una lista de las luces testigo más comunes y cómo actuar frente a ellas.

1. Luz de advertencia de la presión del aceite

Hay un problema con el sistema de presión de aceite de tu coche o furgoneta. O bien se está quedando sin aceite o la bomba de aceite no está haciendo circular suficiente líquido para lubricar adecuadamente las superficies del interior del motor.

QUÉ HACER: Busca en el compartimento del motor fugas de aceite evidentes y, a continuación, extrae la varilla de medición del aceite para comprobar el nivel del líquido. Si tiene suficiente aceite, pero el motor funciona con ruido, puede ser un problema de la bomba de aceite. Si el nivel de aceite está bien y el motor funciona sin problemas, es posible que el sensor de presión de aceite esté funcionando mal.

2. Luz de advertencia de la presión de los neumáticos

Si el símbolo está fijo, la presión en uno o más de los neumáticos es demasiado baja o demasiado alta. Si el símbolo parpadea durante 60-90 segundos al encender el vehículo y luego permanece iluminado significa que algo funciona mal con los sensores de la presión de los neumáticos.

QUÉ HACER: Recomendamos parar lo antes posible para inflar o desinflar tus neumáticos a la presión correcta.

3. Luz de advertencia de la temperatura del motor

Significa que el motor se está sobrecalentando. Lo más probable es que tenga que ver con el refrigerante (o anticongelante), pero puede ocurrir por otras razones.

QUÉ HACER: En primer lugar, intenta apagar el aire acondicionado y encender la calefacción para redistribuir el calor en el habitáculo. Si eso no funciona, para en un lugar seguro y apaga el vehículo. Deja que el motor se enfríe durante al menos 15 minutos y no abras el capó ya que puede ser peligrosos por el calor y el humo caliente.

4. Luz de control de tracción

Indica que el sistema de control de tracción de tu vehículo está activado. Este sistema utiliza el sistema antibloqueo de frenos (ABS) para determinar si una rueda gira más rápido que las demás. Si detecta que una rueda está patinando, aplica los frenos hasta que el coche o furgoneta recupera la tracción. Esto es muy útil si conduces con lluvia o nieve.

QUÉ HACER: Continúa conduciendo, pero está atento a las condiciones resbaladizas.

5. Luz de advertencia del sistema de frenos antibloqueo (ABS)

Cuando se frena con fuerza el ABS acciona los frenos para evitar que las ruedas se bloqueen. Si el testigo del ABS se enciende, significa que algo va mal en el sistema.

QUÉ HACER: Es importante que un mecánico diagnostique el problema lo antes posible. Puedes pedir cita para venir a MULTIAUTO cuanto antes y que lo revisemos lo más rápido posible.

6. Luz de mal funcionamiento del control de tracción

Indica que el control de tracción podría tener un sensor roto o dañado o algún otro mal funcionamiento.  En algunos coches esta luz del tablero se enciende cuando hay problemas con tu ABS.

QUÉ HACER: Deberías hacer una revisión pronto para asegurarte de que tu vehículo funcionará con seguridad en condiciones peligrosas.

7. Luz de advertencia del motor (Check Engine Light)

A veces se activa por un tapón de gasolina abierto, suelto o agrietado, que hace que el combustible se evapore. Pero a veces indica un problema grave, como una baja presión de aceite o un sobrecalentamiento.

QUÉ HACER: Si no has notado ningún cambio en la forma de conducir el coche o furgoneta y no notas ningún sonido u olor inusual, puedes continuar conduciendo una distancia moderada, preferiblemente de vuelta a casa y pensar en llevar tu coche o furgoneta al taller. Si la luz está en rojo y/o parpadeando, debes parar inmediatamente. En la mayoría de los vehículos, esta luz indica que se pueden causar graves daños a tu motor.

8. Luz de alerta de batería

Los posibles culpables pueden ser un cable de la batería suelto o dañado, un alternador en mal estado u otro fallo eléctrico.

QUÉ HACER: Nuestros expertos de MULTIAUTO pueden ayudar a diagnosticar cualquier problema eléctrico o relacionado con la batería, y si necesita una batería nueva, también te ofreceremos soluciones adaptadas a ti.

9. Indicador luminoso de bloqueo del cambio automático o de arranque del motor

Este símbolo se activa cuando estás intentando cambiar de marcha o poner en marcha el vehículo sin accionar el freno. El bloqueo del cambio automático bloqueará tu vehículo en el punto muerto o en el estacionamiento hasta que acoples el freno.

10. Luz de advertencia de freno

Si ves este símbolo en el salpicadero o la palabra «BRAKE» en rojo, significa que el freno de estacionamiento está activado o que hay un problema en el sistema de frenado.

QUÉ HACER: Comprueba si el freno de estacionamiento está accionado. Intenta poner y soltar el freno mientras tu vehículo está estacionado. Si la luz sigue encendida incluso cuando el freno de estacionamiento no está activado, llama a nuestro teléfono de emergencia. ¡Te llevaremos una grúa y resolveremos el problema en nuestro taller!

Consejos para ahorrar gasolina mientras conduces

La forma de conducir puede tener un gran efecto en la cantidad de combustible que utiliza tu coche o furgoneta. Es posible que hayas oído que mantener los neumáticos bien inflados puede ahorrarte dinero en el surtidor, pero hay muchas otras cosas que puedes hacer para que la conducción sea más eficiente y, además, cuidar la vida de tu vehículo. En MULTIAUTO te lo ponemos fácil con esta lista de consejos para ahorrar gasolina mientas conduces.

ahorro de combustible

Evita acelerar y frenar innecesariamente.

Acelerar demasiado rápido hace que el motor trabaje más, mientras que frenar demasiado rápido requiere más combustible que simplemente reducir la velocidad más gradualmente.

Evita el ralentí innecesario.

Cuando estés parado en un semáforo o con mucho tráfico, apaga el motor si no necesitas que funcione durante más de 30 segundos. Mantener el coche al ralentí consume más combustible que volver a arrancarlo después de haberlo apagado.

Mantén los neumáticos bien inflados.

Los neumáticos poco inflados consumen más combustible porque aumentan la resistencia a la rodadura y reducen la tracción en carreteras mojadas (lo que también aumenta la resistencia a la rodadura).

Los neumáticos excesivamente inflados se desgastan más rápido porque sus flancos se flexionan excesivamente al tomar las curvas y al pasar por encima de los baches, lo que provoca un desgaste prematuro de la banda de rodadura que da lugar a patrones de desgaste desiguales que ocasionan una mala maniobrabilidad y una escasa vida útil de los neumáticos.

Compruebe mensualmente la presión de los neumáticos y ajústela a los niveles adecuados según las especificaciones del fabricante del vehículo. Visita nuestra guía para el cuidado y mantenimiento correcto de tus neumáticos.

atasco en 5 carriles

No conduzcas más rápido que el flujo del tráfico.

Entre el 30 y el 50 % del gasto de combustible depende de la manera de conducir. Por eso, conducir a una velocidad moderada y constante, sin altibajos ni cambios constantes de ritmo, y mantener la distancia de seguridad, nos permitirá circular a una velocidad constante sin tener que ir pendiente del freno.

Reduce el peso de tu vehículo retirando de él los objetos innecesarios.

Cuanto más pesado sea el vehículo, más energía necesitará para moverse, por lo que se si transporta peso adicional el vehículo consumirá más combustible. Por cada 50 kg adicionales, el consumo de combustible aumenta en un 1-2%. Piensa bien qué necesita llevar en el coche y deshazte de lo que no necesite.

Optar por las marchas largas.

El gasto de combustible se reduce notablemente cuando optamos por conducir en la marcha más larga posible, incluso en ciudad respetando los límites. Los motores actuales permiten y responden bien, aunque circulemos en marchas largas a muy bajas revoluciones con el motor muy desahogado y consumiendo lo mínimo. Antes de llegar a 50 km/h ya deberíamos haber engranado la 4ª o 5ª marcha.

Aire acondicionado encendido.

Tener el aire acondicionado encendido sin necesidad supone un 10 y un 20 % más de consumo de lo normal. Hay que ser responsables de su uso y, por supuesto, llevar las ventanillas cerradas en carretera. Todo lo que suponga romper la aerodinámica de un vehículo está asociado directamente a una consumición mayor.

La velocidad más «eficiente» son 90 km/h

Según la Dirección General de Tráfico una velocidad de 90 km/h es la ideal para maximizar el ahorro de combustible al conducir. Por lo contrario, llegar a velocidad de 120 km/h significa aumentar el consumo hasta un 30%.

Consecuencias de conducir con poca gasolina

Seguro que alguna vez te ha pasado olvidarte de echar combustible y llegar a tu destino con la llamada «reserva». Esto no trae problemas si solo te ocurre muy de vez en cuando, pero si esto se vuelve costumbre, cualquier vehículo podría sufrir serios problemas mecánicos en un futuro. Pero, realmente ¿cuáles son las consecuencias que tiene conducir con poca gasolina?

Vibraciones del motor.

Cuando conduces con el depósito vacío, el motor puede vibrar o «traquetear». Esto puede ser causado por las bolsas de aire en la línea de combustible y la baja compresión del motor.

Daños en el tanque de gasolina.

Al conducir con poco combustible la bomba de gasolina succionará aire, lo cual genera calor y provocará el desgaste de esta, teniendo en cuenta que la gasolina actúa como refrigerante para la bomba de gasolina eléctrica.

Aceleración y RPM pobres.

Conducir con el depósito vacío puede afectar a la cantidad de potencia que produce el motor, haciendo que acelere más lentamente y funcione a menos revoluciones de lo habitual.

Poco ahorro de combustible.

Conducir con el depósito vacío puede dar lugar a un mal rendimiento de la gasolina debido a la disminución de la potencia y al aumento de la fricción de un motor que está trabajando más de lo normal.

Daños en el filtro de combustible.

Conducir sin combustible en el depósito puede hacer que las partículas de suciedad entren en el sistema de combustible a través del cuello de llenado de combustible o de la abertura donde se encuentra la bomba de combustible (si hay una). Esto puede obstruir el filtro de combustible e impedir que siga fluyendo la gasolina hacia los cilindros del motor.

Condiciones de conducción peligrosas.

Si tu coche se queda sin combustible, tendrás que empujarlo hasta una gasolinera. Esto es peligroso, especialmente si viajas por carreteras heladas o intentas salir a una autopista con mucho tráfico.

Riesgo de incendio.

Cuando tu coche se queda sin combustible, el motor puede pararse y empezar a perder aceite y anticongelante en los tubos de escape calientes. Esto podría provocar un incendio si el coche está aparcado a la luz directa del sol o cerca de elementos inflamables como árboles y arbustos.

Fallos en los frenos.

Si estás conduciendo cuando tu coche se queda sin combustible, puedes sufrir un fallo en los frenos por falta de lubricación, lo que podría provocar un accidente o una lesión durante las maniobras de frenado o dirección.

Los coches de Diesel son los más afectados.

Un coche de gasolina se pondrá en marcha de nuevo en cuanto reciba combustible suficiente, pero en uno de gasóleo tal vez sea necesario purgar el circuito, por lo que no quedará más remedio que llevar el coche al taller.

Por todo esto y por tu propia seguridad, siempre recomendamos mantener el tanque de combustible con no menos de un cuarto de su capacidad.

Guía para el cuidado y mantenimiento de tus neumáticos

El cuidado de los neumáticos es uno de los aspectos más importantes de tu coche. Si quieres evitar accidentes, aumentar el kilometraje de la gasolina, mejorar el rendimiento de tu coche y aumentar su vida útil, entonces necesitas saber cómo con esta guía para el cuidado y mantenimiento de tus neumáticos.

Los neumáticos proporcionan la tracción y la dirección que necesitas para conducir con seguridad. Por eso, cuando los neumáticos no se mantienen correctamente, pueden causar problemas de seguridad, romper tu vehículo e incluso accidentes que podrían poner en peligro tu vida.

La mejor manera de evitar estos problemas es seguir un programa de mantenimiento regular de los neumáticos. En MULTIAUTO te ayudaremos a llevarlo de forma correcta, por eso te dejamos una guía para su cuidado.

1. Mantén tus neumáticos correctamente inflados

La presión de aire adecuada en tus neumáticos ayudará a que duren más, a mejorar el kilometraje de la gasolina y a reducir el riesgo de un reventón. Inflar los neumáticos en exceso o en defecto causará problemas como el sobrecalentamiento, un desgaste más rápido de la banda de rodadura y una menor capacidad de manejo.

2. Comprueba la presión mensualmente.

Consulta el manual del propietario para conocer las presiones de los neumáticos recomendadas para su vehículo. La mayoría de los neumáticos tienen una presión «máxima» y «mínima». Asegúrate de que está utilizando el nivel de presión de aire adecuado recomendado por el fabricante de su vehículo.

La presión debe revisarse mensualmente con un manómetro de precisión (no un manómetro adhesivo) cuando los neumáticos estén fríos, es decir, antes de conducir más de un kilómetro y medio después de detenerse en un semáforo o una señal de stop, ya que así obtendrás una lectura más precisa de la pérdida de aire por estar en reposo frente a la conducción por carretera. También se recomienda comprobar la presión de los cuatro neumáticos a la vez para no olvidarse de uno o dos neumáticos más adelante en la carretera.

3. Cambia tus neumáticos según las recomendaciones del fabricante

Es una buena práctica invertirlos cada 10.000 km. Los neumáticos deben ser rotados de adelante hacia atrás y de lado a lado de vez en cuando para que se desgasten uniformemente, maximizando la vida útil de la banda de rodadura y duren más tiempo entre reemplazos.

4. Revisa tus neumáticos para determinar el desgaste.

Recuerda que los neumáticos deben cambiarse inmediatamente cuando la profundidad de la banda de rodadura sea de 1,6 mm. Todas las llantas nuevas tienen un indicador de desgaste que aparece como un borde suave en la ranura de la banda de rodadura. Muchos accidentes en clima húmedo son causados ​​por neumáticos resbaladizos, provocados por dejar las hendiduras de las llantas más desgastadas de lo que deberían. Además, los neumáticos excesivamente desgastados también tienen más probabilidades de sufrir un pinchazo.

5. No hagas girar demasiado tus neumáticos

Forzar el giro de tus neumáticos cuando estás atascado en barro, agua, tierra o arena gasta mucho tus neumáticos. Esto es porque la fuerza centrífuga que se crea en la rueda mientras gira libremente puede hacer que la llanta explote repentinamente, lo que puede dañar tu vehículo y/o causar lesiones graves a ti y a tus acompañantes.

En esos casos, nunca superes los 55 km/h. Como alternativa, balancea suavemente hacia adelante y hacia atrás para sacar el coche del atasco y continuar.

6. No mezcles neumáticos de diferentes tamaños y tipos en el mismo eje.

Para un manejo y control óptimos, en MULTIAUTO recomendamos que los cuatro neumáticos instalados sean del mismo tipo y tamaño, a menos que el fabricante del vehículo recomiende lo contrario. 

7. Nunca uses neumáticos con capacidad de carga menor a la requerida.

Muchos vehículos, como las furgonetas, requieren neumáticos en el rango de carga E. No está permitido cambiar a neumáticos con una capacidad de carga más baja, como el rango de carga D. Debes asegurarse de que la capacidad de carga del neumático de reemplazo sea igual o mayor que la especificada por el fabricante del equipo original.

8. No sobrecargues tu vehículo

Consulta el manual del propietario de tu vehículo para conocer los límites de carga. Sobrecargar un vehículo puede ejercer una presión excesiva sobre los neumáticos y otros componentes importantes del coche. También puede provocar un mal manejo, un mayor consumo de combustible y daños en los neumáticos. Los neumáticos que están sobrecargados pueden causar graves grietas, separaciones o «explosiones».

9. Compra neumáticos de calidad y hazlos instalar por un mecánico de confianza.

En resumen, aunque con esta guía para el cuidado y mantenimiento de tus neumáticos puedas prevenir muchos problemas, es fundamental que los lleves a inspeccionar con regularidad (una vez al mes, como mínimo) a un mecánico de confianza, incluyendo los de repuesto, para controlar la presión de inflado adecuada, los daños y el desgaste de la banda de rodamiento. En MULTIAUTO estaremos encantados de ayudarte en eso para garantizar tu seguridad y la de los demás en la carretera.

Puedes pedir cita para el taller con nosotros aquí.

Cuándo debería cambiar de coche: señales que alertan del final de su vida

¿Ruidos constantes del motor?¿Vibraciones del volante?¿Averías muy frecuentes? Estas son algunas de las señales de que necesitas cambiar de coche.

No es fácil hablar de la vida de un vehículo, porque muchos factores contribuyen a la reducción o extensión de su duración (principalmente el mantenimiento preventivo y correctivo, uso y estilo de conducción, así como climatización).

Para ayudarte a determinar si ha llegado el momento de cambiar y comprar un coche nuevo o de seguir conduciendo el actual, en MULTIAUTO hemos elaborado una lista de señales clave que deber tener en cuenta.

¿Cuánto puede durar mi coche? ¿Cuál es la vida media normal?

La industria automotriz es altamente competitiva y los fabricantes se esfuerzan por llevar al mercado vehículos seguros, confiables y duraderos. Por este motivo, se someten a rigurosas pruebas de resistencia del motor y de la carrocería antes de su venta para garantizar unos estándares mínimos.

Los coches suelen tener una vida útil de diez años, aunque, no cabe duda de que, si tu coche pasa todas las pruebas del fabricante, si conduces con suavidad, sin frenazos ni aceleraciones bruscas, en carretera más que en ciudad, si vives en una zona de tráfico limitado y el tiempo es mayoritariamente favorable; el coche durará más.

¿En que señales debo fijarme para saber si debo cambiar de coche?

Si detectas en tu coche alguna de estas señales… ¡su vida peligra y tu seguridad también!

  1. El motor hace ruidos extraños tanto al arrancar como al tener el coche en marcha. Si no puedes oírte a ti mismo por encima del ruido es una mala señal.
  2. Tu coche se sobrecalienta constantemente o expulsa humo rojo por el tubo de escape.
  3. Notas vibraciones en el volante, en los pedales, en la transmisión, etc.
  4. Tu vehículo se ha averiado más de una vez en el último año y cada vez ha sido costoso de arreglar (especialmente en comparación con otros vehículos).
  5. Las pérdidas de fluidos o sudoraciones por juntas y manguitos aparecen muy de seguido.
  6. Al conducir, notas ruidos y holgura en la dirección, suspensión, transmisión, embrague o frenos: el sistema de amortiguación no absorbe bien las irregularidades del asfalto, tienes que pisar más a fondo el pedal del freno para detener el coche, te cuesta cambiar de marcha… Además, estos signos pueden poner en riesgo tu seguridad.
  7. Si el humo que sale del tubo de escape es de color negro es síntoma de que el motor está quemando mucho combustible y puede estar provocando desperfectos en otras piezas.
  8. Sufre pequeñas averías de forma muy frecuente.
  9. La carrocería está en mal estado, con óxido o golpes.
  10. Otra razón por la que podría considerar la compra de un coche nuevo es si ya no hay piezas disponibles para su vehículo actual.

Entonces, si tu coche gira alrededor de los diez años y estas señales están presentes, es momento de comprar un coche nuevo y circular con seguridad. Plantea los pros y contras que tiene conducir un coche viejo y en mal estado. Para que lo tengas en cuenta en tu decisión, la DGT alerta que el riesgo de muerte se duplica cuando conducimos con un vehículo de más de 7 años y se triplica cuando tiene entre 10 y 14 años.

Malos hábitos al conducir que están dañando tu coche

Hay ciertos hábitos que todo conductor debería abandonar. Estos malos hábitos de conducción pueden estar dañando tu coche e incluso poniéndote en riesgo de sufrir un accidente. En MULTIAUTO nos vamos a encargar de enseñarte cuales son los más comunes para que puedas hacer un buen uso de tu coche a la vez que cuidas su vida útil.

Pisar el freno con demasiada fuerza.

Frenar demasiado fuerte puede hacer que las pastillas de freno y los rotores se desgasten más rápidamente. Además, se somete a un esfuerzo excesivo a otras partes del coche, como los neumáticos y los componentes de la suspensión.

Pisar el pedal del embrague/freno.

Cuando estás aprendiendo a conducir, este es un error común porque no es fácil coordinar ambos pedales a la vez. Sin embargo, una vez que hayas aprendido a hacerlo correctamente, utiliza uno u otro, pero no los dos a la vez; de lo contrario, podrías calar el motor o provocar un desgaste innecesario del embrague o los frenos.

Conducir con neumáticos desgastados.

Los neumáticos desgastados son menos estables que los nuevos, por lo que son más propensos a derrapar o reventar al conducir por carreteras mojadas o durante paradas o giros bruscos. Además, contribuyen más al consumo de combustible que los nuevos porque no se agarran a la superficie de la carretera tan bien como los nuevos (por eso los fabricantes de neumáticos recomiendan sustituirlos a los seis años).

Conducir con niveles bajos de combustible en el depósito.

Esto aumenta las emisiones del tubo de escape hasta en un 20% y reduce el ahorro de combustible.

Apoyar la mano en la palanca de cambios.

Esto puede provocar el desgaste prematuro de varios componentes, como el embrague de la transmisión que conecta la palanca al engranaje de la transmisión. Si hace esto repetidamente, es posible que los engranajes no comiencen a acoplarse como deberían.

Girar el volante hasta el tope y mantenerlo

Durante las maniobras de estacionamiento, es común girar el volante de un tope a otro. Sin embargo, es mejor evitar llegar a este límite y, sobre todo, no insistir, ya que sobrecarga tanto la bomba de dirección asistida como la cremallera de dirección. Si escucha ruidos extraños mientras hace esto, le recomiendo que vaya a un taller para que revisen el sistema.

Cambiar de marcha con el coche parado.

Un embrague tiene una vida limitada e incluso cuando se usa bien, durará casi tanto como el automóvil. Algunas acciones son innecesarias y acortarán su vida, como cambiar de marcha cuando el automóvil está detenido, en un semáforo o en el tráfico. En tales casos, lo mejor es permanecer neutral.

No conducir muy rápido, pero tampoco muy lento.

Cuando se conduce a alta velocidad el vehículo generalmente se ve más afectado. Sin embargo, conducir demasiado despacio también puede ser perjudicial. Conducir en marchas muy altas y con un régimen del motor muy bajo afectará a su vida útil ya que no alcanzará la temperatura óptima de funcionamiento y el motor acumulará suciedad al no verse favorecido por un determinado caudal de escape.