Cómo cuidar tu coche durante el frio

Se acerca el invierno, y eso significa que tu coche va a estar sometido a unas condiciones muy duras. Si vives en un lugar donde hace frío (o incluso si no lo haces), tienes que cuidar tu coche en los meses de invierno para asegurarte de que se encuentre en buenas condiciones. Si no estás preparado, tu coche tampoco lo estará

Cómo cuidar tu coche durante el frio nieve

Por eso, en MULTIAUTO nos hemos tomado el tiempo de hacer una lista 10 cosas que debes aprender para saber cómo cuidar tu coche durante el frío:

1. Comprobar el nivel de anticongelante

Rellenar el depósito de líquido del limpiaparabrisas con un producto específico que contenga anticongelante (todos o casi todos los del mercado), en invierno el agua o agua con jabón se puede congelar, lo que podría congelar la bomba eléctrica del sistema. Si ya la tienes, comprueba el nivel de anticongelante antes de arrancar el motor. Debe estar justo por encima de la línea de la botella del depósito; si está en esa línea o por debajo de ella, añada más anticongelante antes de arrancar.

2. Evitar que se forme hielo en el parabrisas

Aunque existen muchos métodos para evitar esto (frotar el cristal con una patata pelada, rociarlo con una mezcla de agua y vinagre, etc), tras la experiencia se ha llegado a la conclusión de que el más eficaz es cubrir la luna con un cartón o manta, evitando además que se congelen los limpiaparabrisas.

3. Limpiar la nieve o el hielo de las ventanas, el techo y el capó

La mejor opción es hacerlo con una una rasqueta de plástico, pero si no disponemos de una, se puede utilizar cualquier tarjeta o carné de plástico, mejor si no tiene valor ya que se puede estropear. No debe utilizar instrumentos metálicos ni de materiales que puedan arañar el cristal y tampoco intentar derretirlo con agua caliente, ya que por el cambio de temperatura brusca se podría partir el cristal.

Cómo cuidar tu coche durante el frio rasqueta de hielo

4. Al arrancar el motor, conectar la calefacción con el ventilador al máximo y dirigir el flujo del aire hacia el parabrisas.

Es muy peligroso esperar a que el motor se caliente para encender la calefacción, ya que ese cambio de temperatura repentino podría partir el cristal, como pasa con el agua caliente.

5. Mantenga el depósito de gasolina al menos medio lleno.

La gasolina se expande cuando se congela y puede agrietar el depósito si no hay espacio suficiente para la expansión dentro del mismo. Si no puedes mantenerlo lleno debido al coste (o a la falta de estaciones de servicio disponibles), haz funcionar el motor durante cinco minutos cada hora mientras estás aparcado -incluso mejor si estás al ralentí en un semáforo o en un atasco- para que el calor de sus tubos de escape circule por los conductos de combustible y ayude a evitar que se congelen dentro del propio depósito.

De todas formas, nunca vayas a lugares donde hay nieve con poca gasolina, ya que si te quedas atascado la necesitaras para la calefacción.

6. Haz una revisión profesional de todos los líquidos antes de que llegue el frío.

Esto incluye el aceite, el líquido de frenos, el líquido del limpiaparabrisas y más.

7. Asegúrate de que tus neumáticos están bien inflados.

Los neumáticos pierden presión cuando la temperatura desciende por debajo de los 10 grados, por lo que debes comprobarlos antes de cada viaje y añadir aire si es necesario.

8. Si es posible, aparca tu coche lejos de árboles u otros objetos que puedan caer sobre él durante las tormentas, ¡especialmente si están cerca de líneas eléctricas!

9. Arrancar siempre al ralentí

Tras haber dejado el coche toda la noche expuesto al frío, es muy probable que los líquidos internos estén demasiado fríos y, si arrancamos nada más encender el motor, pueden dañar los circuitos y otras partes mecánicas. Por eso, es importante siempre dejar unos minutos el coche al ralentí hasta que poco a poco coja temperatura.

10. Especial cuidado con las cerraduras congeladas

Es muy probable que al haber dejado el coche expuesto al frio se hayan congelado las cerraduras y no podamos abrir la puerta para entrar. En estos casos nunca hay que usar la fuerza bruta, sino que como alternativa podemos echar alcohol para que se derrita más rápido, utilizar un secador (con seguridad) o comprar lubricantes anticongelantes.

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