Tres problemas frecuentes en limpiaparabrisas y sus soluciones

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Durante esta época del año en la que la lluvia está tan presente, el uso de parabrisas aumenta y también los problemas que derivan de esa utilidad: agua que mancha, limpiaparabrisas que chirrían, agua que no se limpia… La visibilidad es una parte fundamental en la seguridad del conductor y no deberías preocuparte por eso en la carretera. Por eso, en MULTIAUTO ponemos a tu disposición los tres problemas más frecuentes en limpiaparabrisas y soluciones para que puedas arreglarlo de manera rápida y eficaz.

Los limpiaparabrisas manchan de agua todo el cristal.

Si este es tu caso, por suerte, puede haber varias razones por las que esto puede ocurrir y todas tienen fácil solución.

Una razón muy común por la que tus limpiaparabrisas pueden manchar el agua es el desgaste de las escobillas. Las escobillas están hechas de goma blanda, por lo que inevitablemente se desgastan y necesitan ser reemplazadas con el tiempo. De hecho, muchos fabricantes de automóviles recomiendan sustituir las escobillas cada seis meses.

Aun así, si las escobillas son nuevas y estás seguro de que la goma vieja no es la culpable, puedes probar estas diferentes opciones:

En primer lugar, intenta limpiar a mano el parabrisas: la suciedad que se acumula puede ser la causa de las rayas y manchas que quedan tras pasar el limpiaparabrisas.

A continuación, limpia también las escobillas con agua tibia y jabón, y limpia el borde de la escobilla con alcohol.

Si aún así el problema persiste, puedes probar a cambiar tu liquido de parabrisas o comprar uno de mejor calidad.

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Los limpiaparabrisas chirrían contra el cristal

Si este es tu problema, es probable que además te queden manchas y rayas. Las causas pueden ser varias: las escobillas o el parabrisas no están limpios, el brazo del limpiaparabrisas está doblado o las escobillas deben ser sustituidas.

En primer lugar, trata de limpiar a mano el parabrisas y las escobillas como te hemos indicado en el punto anterior. Esto eliminará los residuos y acumulaciones de suciedad, reduciendo el traqueteo y mejorando la eficacia del limpiaparabrisas.

Si te das cuenta de que el brazo del limpiaparabrisas está doblado, es posible que la escobilla no haga pleno contacto con el parabrisas, provocando el chirrío. Para comprobarlo, acerca la escobilla al parabrisas y comprueba si está paralela al cristal. Si no lo está, puedes utilizar unos alicates para doblar el brazo y darle la forma adecuada o pedir cita en nuestros talleres y hacer que un profesional lo revise adecuadamente.

Si todo está limpio y el brazo del limpiaparabrisas parece estar bien, es hora de cambiar las escobillas actuales y comprar unas nuevas.

Las gotas de agua no se van

Si las gotas de agua que se adhieren a tu parabrisas no se mueven, tu visibilidad va a disminuir considerablemente en poco tiempo. Si tienes este problema, puede ser que tu cristal se encuentre muy sucio. Las gotas se adhieren a la capa de suciedad de tu parabrisas en lugar de escurrirse por el cristal como deberían.

La mejor manera de arreglar esto es dar a tu parabrisas una limpieza a fondo.

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