Rotar los neumáticos: ¿sí o no? Información y consejos

Se acerca la temporada de lluvias de invierno y el buen estado de los neumáticos es especialmente importante para mantener una buena tracción y control de tu coche o furgoneta. El debate de si se deben o no rotar los neumáticos sigue siendo un tema controvertido a día de hoy para algunas personas, por eso en MULTIAUTO vamos a aclarar esta duda.

Ventajas de rotar los neumáticos

La rotación de los neumáticos hace que estos duren más tiempo y mejora el manejo, pero como consecuencia habrá que tener mucho más vigilado el desgaste desigual de la banda de rodadura para percatarnos de si algo va mal en nuestro vehículo.

Esto es importante porque los neumáticos delanteros se desgastan más rápido debido al peso del motor, los giros y las cargas de frenado más fuertes. Por lo tanto, las bandas de rodadura, delanteras o traseras, suelen desgastarse de forma desigual en los bordes más internos o externos.

Consumer Reports realizó un estudio en el que concluyó que, con el peso del motor, el par motor y la dirección combinados, los neumáticos delanteros se desgastan unas 3 veces más rápido que los traseros.  Según sus cálculos, la rotación de los neumáticos durante la vida útil de un vehículo reduce los costes netos de los neumáticos en un 10%, incluyendo el coste de la rotación.

Entonces, ¿debes o no debes rotar tus neumáticos?

La conclusión es que sí: cuanto más desiguales se desgasten, más a menudo hay que rotar los neumáticos para igualar ese desgaste. Durarán más, y tendrás mejor tracción y manejo.  Con el desgaste de la banda de rodadura igualado, es más conveniente (y normalmente un poco menos caro) sustituir los 4 al mismo tiempo.  Algunas personas también afirman que el ahorro de combustible es mayor, que el ruido de los neumáticos es menor y que la calidad de la conducción es mejor.

La regla general es que los neumáticos deben rotarse cada 8.000-12.000 kilometros, o cada 6 meses. Sin embargo, los distintos fabricantes de automóviles pueden sugerir sus propias pautas en función del tiempo o los kilómetros. ¡Puedes pedir citas en nuestro taller para que rotemos las ruedas y no tengas que preocuparte!

¿Qué es lo peor que puede pasar si no roto los neumáticos?

Si no rotas tus neumáticos, éstos se desgastarán rápidamente, y pueden causar una reacción en cadena de varios problemas. Podrás notar que el coche tendrá un mal equilibrio, una especie de inclinación. Debido al mal equilibrado y al desgaste de los neumáticos, también puedes experimentar un ruido excesivo durante la marcha, lo que puede indicar un problema con el sistema de suspensión del coche.

Cómo cambiar tus neumáticos en la carretera

Si conduces una furgoneta o coche, una de las cosas que te puede pasar en la carretera es el reventón de un neumático, suele aparecer de forma inesperada y se transforma inmediatamente en tu primera prioridad. Saber cambiarlo es una habilidad necesaria para todos los conductores.

Aunque pueda parecer una tarea desalentadora, cambiar los neumáticos de tu furgoneta no es tan difícil como puede parecer. En MULTIAUTO hemos hecho una guía completa para hacértelo aún más fácil.

¿Qué necesitas para cambiar los neumáticos de tu vehículo?

  1. Gato
  2. Llave de tuercas
  3. Neumático de repuesto totalmente inflado
  4. Manual del propietario del vehículo

Si tienes alguna de estas herramientas averiada o si tu coche no venía con ellas, deberías comprar unas nuevas lo antes posibles. Además, como recomendación nuestra también añadir a esta lista (ya que no vienen incluidas en el coche):

  1. Guantes
  2. Linterna y pilas de recambio
  3. Poncho de lluvia
  4. Cuñas de rueda

Pasos para cambiar los neumáticos de tu vehículo

Antes de empezar con los pasos, te recordamos de que debes asegúrate de inflar regularmente tu rueda de repuesto con la presión recomendada por el fabricante del vehículo. Debes comprobar la presión de aire de la rueda de repuesto cada vez que revises los demás neumáticos, sobre todo antes de realizar viajes largos o de transportar una carga extra.

1. Busca un lugar seguro para aparcar la furgoneta o coche.

Asegúrate de que dejas tu furgoneta o coche en un sitio en el que no pueda ser golpeada por otros vehículos mientras trabajas en el cambio de neumáticos. Un aparcamiento vacío sería un lugar ideal y siempre intenta evitar los desniveles y las curvas. Nunca lo cambies cerca de tráfico en movimiento, ya que corres mucho peligro de ser atropellado.

2. Encienda las luces de emergencia y pon el freno de estacionamiento

Las luces de emergencia ayudarán a los demás conductores a verte en el arcén. Asegúrate de señalizar cuanto antes tu intención de parar para evitar un accidente. También recuerda accionar el freno de estacionamiento, esto evitara que el vehículo se mueva.

3. Aplica cuñas para las ruedas

Las cuñas de rueda se colocan delante o detrás de los neumáticos para garantizar que el vehículo no ruede mientras se arregla el neumático pinchado. Si no dispones de ellas, los ladrillos o las piedras grandes funcionarán también. Sólo asegúrate de que son lo suficientemente grandes como para impedir que el coche ruede.

4. Retira el tapacubos o la cubierta de la rueda

Si tu coche o furgoneta tiene un tapacubos que cubre las tuercas de las ruedas, es más fácil quitar el tapacubos antes de levantar el vehículo con el gato. Para quitarlo, puedes usar el extremo plano de la llave de tuercas (esto funciona para la mayoría de vehículos). De todos modos, consulta el manual del propietario para conocer como quitar el tapacubos de forma adecuada.

5. Afloja las tuercas con la llave

Con la llave de tuercas, gira las tuercas hasta que se rompa su resistencia. Es posible que tengas que usar mucha fuerza, no tengas miedo de romperlas. No las quites del todo todavía, espera a retirar el neumático para eso. Ten cuidado de no dañar ninguna otra parte de la rueda mientras las retira

6. Coloca el gato debajo del vehículo y levántalo

El lugar adecuado para el gato suele ser debajo del bastidor del vehículo, junto al neumático que está pinchado. Para levantar con seguridad y evitar daños al vehículo, siga las instrucciones del manual del propietario de su vehículo.

Para evitar que el gato se desequilibre, puedes colocar un pequeño corte de madera debajo de él antes de intentar levantar tu vehículo. Con el gato bien colocado, eleva el vehículo hasta que la rueda pinchada esté a unos 15 centímetros del suelo.

7. Desenroscar las tuercas completamente

8. Retira los neumáticos desinflados

Agarrando el neumático por las bandas de rodadura, tira con cuidado de él hasta que esté completamente libre del buje. Recuerda colocarlos de lado para que no se vayan rodando.

9. Monta el neumático de repuesto

Coloca la rueda de repuesto en el buje alineando la llanta con las tuercas. Vuelve a colocar las tuercas en los pernos y apriételas completamente a mano.

Baja el vehículo con el gato hasta que la rueda toque el suelo y termina de apretar las tuercas con la llave de tuercas, tanto como puedas.

10. Baja el vehículo y retira el gato

11. Sustituye el tapacubos

Si el tapacubos del neumático pinchado encaja en tu rueda de repuesto, colócalo de la misma manera que lo sacaste inicialmente. Si no cabe, guárdalo con el neumático cuando guardes tu equipo.

12. Comprueba la presión de la rueda de repuesto

Si al comprar la presión del neumático te das cuenta de que necesita presión, conduce (lentamente) hasta una estación de servicio lo más rápido que puedas.

¡Ya has terminado! Puedes continuar la marcha hacia tu destino con total seguridad.

Consejos para ahorrar gasolina mientras conduces

La forma de conducir puede tener un gran efecto en la cantidad de combustible que utiliza tu coche o furgoneta. Es posible que hayas oído que mantener los neumáticos bien inflados puede ahorrarte dinero en el surtidor, pero hay muchas otras cosas que puedes hacer para que la conducción sea más eficiente y, además, cuidar la vida de tu vehículo. En MULTIAUTO te lo ponemos fácil con esta lista de consejos para ahorrar gasolina mientas conduces.

ahorro de combustible

Evita acelerar y frenar innecesariamente.

Acelerar demasiado rápido hace que el motor trabaje más, mientras que frenar demasiado rápido requiere más combustible que simplemente reducir la velocidad más gradualmente.

Evita el ralentí innecesario.

Cuando estés parado en un semáforo o con mucho tráfico, apaga el motor si no necesitas que funcione durante más de 30 segundos. Mantener el coche al ralentí consume más combustible que volver a arrancarlo después de haberlo apagado.

Mantén los neumáticos bien inflados.

Los neumáticos poco inflados consumen más combustible porque aumentan la resistencia a la rodadura y reducen la tracción en carreteras mojadas (lo que también aumenta la resistencia a la rodadura).

Los neumáticos excesivamente inflados se desgastan más rápido porque sus flancos se flexionan excesivamente al tomar las curvas y al pasar por encima de los baches, lo que provoca un desgaste prematuro de la banda de rodadura que da lugar a patrones de desgaste desiguales que ocasionan una mala maniobrabilidad y una escasa vida útil de los neumáticos.

Compruebe mensualmente la presión de los neumáticos y ajústela a los niveles adecuados según las especificaciones del fabricante del vehículo. Visita nuestra guía para el cuidado y mantenimiento correcto de tus neumáticos.

atasco en 5 carriles

No conduzcas más rápido que el flujo del tráfico.

Entre el 30 y el 50 % del gasto de combustible depende de la manera de conducir. Por eso, conducir a una velocidad moderada y constante, sin altibajos ni cambios constantes de ritmo, y mantener la distancia de seguridad, nos permitirá circular a una velocidad constante sin tener que ir pendiente del freno.

Reduce el peso de tu vehículo retirando de él los objetos innecesarios.

Cuanto más pesado sea el vehículo, más energía necesitará para moverse, por lo que se si transporta peso adicional el vehículo consumirá más combustible. Por cada 50 kg adicionales, el consumo de combustible aumenta en un 1-2%. Piensa bien qué necesita llevar en el coche y deshazte de lo que no necesite.

Optar por las marchas largas.

El gasto de combustible se reduce notablemente cuando optamos por conducir en la marcha más larga posible, incluso en ciudad respetando los límites. Los motores actuales permiten y responden bien, aunque circulemos en marchas largas a muy bajas revoluciones con el motor muy desahogado y consumiendo lo mínimo. Antes de llegar a 50 km/h ya deberíamos haber engranado la 4ª o 5ª marcha.

Aire acondicionado encendido.

Tener el aire acondicionado encendido sin necesidad supone un 10 y un 20 % más de consumo de lo normal. Hay que ser responsables de su uso y, por supuesto, llevar las ventanillas cerradas en carretera. Todo lo que suponga romper la aerodinámica de un vehículo está asociado directamente a una consumición mayor.

La velocidad más «eficiente» son 90 km/h

Según la Dirección General de Tráfico una velocidad de 90 km/h es la ideal para maximizar el ahorro de combustible al conducir. Por lo contrario, llegar a velocidad de 120 km/h significa aumentar el consumo hasta un 30%.

Guía para el cuidado y mantenimiento de tus neumáticos

El cuidado de los neumáticos es uno de los aspectos más importantes de tu coche. Si quieres evitar accidentes, aumentar el kilometraje de la gasolina, mejorar el rendimiento de tu coche y aumentar su vida útil, entonces necesitas saber cómo con esta guía para el cuidado y mantenimiento de tus neumáticos.

Los neumáticos proporcionan la tracción y la dirección que necesitas para conducir con seguridad. Por eso, cuando los neumáticos no se mantienen correctamente, pueden causar problemas de seguridad, romper tu vehículo e incluso accidentes que podrían poner en peligro tu vida.

La mejor manera de evitar estos problemas es seguir un programa de mantenimiento regular de los neumáticos. En MULTIAUTO te ayudaremos a llevarlo de forma correcta, por eso te dejamos una guía para su cuidado.

1. Mantén tus neumáticos correctamente inflados

La presión de aire adecuada en tus neumáticos ayudará a que duren más, a mejorar el kilometraje de la gasolina y a reducir el riesgo de un reventón. Inflar los neumáticos en exceso o en defecto causará problemas como el sobrecalentamiento, un desgaste más rápido de la banda de rodadura y una menor capacidad de manejo.

2. Comprueba la presión mensualmente.

Consulta el manual del propietario para conocer las presiones de los neumáticos recomendadas para su vehículo. La mayoría de los neumáticos tienen una presión «máxima» y «mínima». Asegúrate de que está utilizando el nivel de presión de aire adecuado recomendado por el fabricante de su vehículo.

La presión debe revisarse mensualmente con un manómetro de precisión (no un manómetro adhesivo) cuando los neumáticos estén fríos, es decir, antes de conducir más de un kilómetro y medio después de detenerse en un semáforo o una señal de stop, ya que así obtendrás una lectura más precisa de la pérdida de aire por estar en reposo frente a la conducción por carretera. También se recomienda comprobar la presión de los cuatro neumáticos a la vez para no olvidarse de uno o dos neumáticos más adelante en la carretera.

3. Cambia tus neumáticos según las recomendaciones del fabricante

Es una buena práctica invertirlos cada 10.000 km. Los neumáticos deben ser rotados de adelante hacia atrás y de lado a lado de vez en cuando para que se desgasten uniformemente, maximizando la vida útil de la banda de rodadura y duren más tiempo entre reemplazos.

4. Revisa tus neumáticos para determinar el desgaste.

Recuerda que los neumáticos deben cambiarse inmediatamente cuando la profundidad de la banda de rodadura sea de 1,6 mm. Todas las llantas nuevas tienen un indicador de desgaste que aparece como un borde suave en la ranura de la banda de rodadura. Muchos accidentes en clima húmedo son causados ​​por neumáticos resbaladizos, provocados por dejar las hendiduras de las llantas más desgastadas de lo que deberían. Además, los neumáticos excesivamente desgastados también tienen más probabilidades de sufrir un pinchazo.

5. No hagas girar demasiado tus neumáticos

Forzar el giro de tus neumáticos cuando estás atascado en barro, agua, tierra o arena gasta mucho tus neumáticos. Esto es porque la fuerza centrífuga que se crea en la rueda mientras gira libremente puede hacer que la llanta explote repentinamente, lo que puede dañar tu vehículo y/o causar lesiones graves a ti y a tus acompañantes.

En esos casos, nunca superes los 55 km/h. Como alternativa, balancea suavemente hacia adelante y hacia atrás para sacar el coche del atasco y continuar.

6. No mezcles neumáticos de diferentes tamaños y tipos en el mismo eje.

Para un manejo y control óptimos, en MULTIAUTO recomendamos que los cuatro neumáticos instalados sean del mismo tipo y tamaño, a menos que el fabricante del vehículo recomiende lo contrario. 

7. Nunca uses neumáticos con capacidad de carga menor a la requerida.

Muchos vehículos, como las furgonetas, requieren neumáticos en el rango de carga E. No está permitido cambiar a neumáticos con una capacidad de carga más baja, como el rango de carga D. Debes asegurarse de que la capacidad de carga del neumático de reemplazo sea igual o mayor que la especificada por el fabricante del equipo original.

8. No sobrecargues tu vehículo

Consulta el manual del propietario de tu vehículo para conocer los límites de carga. Sobrecargar un vehículo puede ejercer una presión excesiva sobre los neumáticos y otros componentes importantes del coche. También puede provocar un mal manejo, un mayor consumo de combustible y daños en los neumáticos. Los neumáticos que están sobrecargados pueden causar graves grietas, separaciones o «explosiones».

9. Compra neumáticos de calidad y hazlos instalar por un mecánico de confianza.

En resumen, aunque con esta guía para el cuidado y mantenimiento de tus neumáticos puedas prevenir muchos problemas, es fundamental que los lleves a inspeccionar con regularidad (una vez al mes, como mínimo) a un mecánico de confianza, incluyendo los de repuesto, para controlar la presión de inflado adecuada, los daños y el desgaste de la banda de rodamiento. En MULTIAUTO estaremos encantados de ayudarte en eso para garantizar tu seguridad y la de los demás en la carretera.

Puedes pedir cita para el taller con nosotros aquí.

Cuándo debería cambiar de coche: señales que alertan del final de su vida

¿Ruidos constantes del motor?¿Vibraciones del volante?¿Averías muy frecuentes? Estas son algunas de las señales de que necesitas cambiar de coche.

No es fácil hablar de la vida de un vehículo, porque muchos factores contribuyen a la reducción o extensión de su duración (principalmente el mantenimiento preventivo y correctivo, uso y estilo de conducción, así como climatización).

Para ayudarte a determinar si ha llegado el momento de cambiar y comprar un coche nuevo o de seguir conduciendo el actual, en MULTIAUTO hemos elaborado una lista de señales clave que deber tener en cuenta.

¿Cuánto puede durar mi coche? ¿Cuál es la vida media normal?

La industria automotriz es altamente competitiva y los fabricantes se esfuerzan por llevar al mercado vehículos seguros, confiables y duraderos. Por este motivo, se someten a rigurosas pruebas de resistencia del motor y de la carrocería antes de su venta para garantizar unos estándares mínimos.

Los coches suelen tener una vida útil de diez años, aunque, no cabe duda de que, si tu coche pasa todas las pruebas del fabricante, si conduces con suavidad, sin frenazos ni aceleraciones bruscas, en carretera más que en ciudad, si vives en una zona de tráfico limitado y el tiempo es mayoritariamente favorable; el coche durará más.

¿En que señales debo fijarme para saber si debo cambiar de coche?

Si detectas en tu coche alguna de estas señales… ¡su vida peligra y tu seguridad también!

  1. El motor hace ruidos extraños tanto al arrancar como al tener el coche en marcha. Si no puedes oírte a ti mismo por encima del ruido es una mala señal.
  2. Tu coche se sobrecalienta constantemente o expulsa humo rojo por el tubo de escape.
  3. Notas vibraciones en el volante, en los pedales, en la transmisión, etc.
  4. Tu vehículo se ha averiado más de una vez en el último año y cada vez ha sido costoso de arreglar (especialmente en comparación con otros vehículos).
  5. Las pérdidas de fluidos o sudoraciones por juntas y manguitos aparecen muy de seguido.
  6. Al conducir, notas ruidos y holgura en la dirección, suspensión, transmisión, embrague o frenos: el sistema de amortiguación no absorbe bien las irregularidades del asfalto, tienes que pisar más a fondo el pedal del freno para detener el coche, te cuesta cambiar de marcha… Además, estos signos pueden poner en riesgo tu seguridad.
  7. Si el humo que sale del tubo de escape es de color negro es síntoma de que el motor está quemando mucho combustible y puede estar provocando desperfectos en otras piezas.
  8. Sufre pequeñas averías de forma muy frecuente.
  9. La carrocería está en mal estado, con óxido o golpes.
  10. Otra razón por la que podría considerar la compra de un coche nuevo es si ya no hay piezas disponibles para su vehículo actual.

Entonces, si tu coche gira alrededor de los diez años y estas señales están presentes, es momento de comprar un coche nuevo y circular con seguridad. Plantea los pros y contras que tiene conducir un coche viejo y en mal estado. Para que lo tengas en cuenta en tu decisión, la DGT alerta que el riesgo de muerte se duplica cuando conducimos con un vehículo de más de 7 años y se triplica cuando tiene entre 10 y 14 años.

Malos hábitos al conducir que están dañando tu coche

Hay ciertos hábitos que todo conductor debería abandonar. Estos malos hábitos de conducción pueden estar dañando tu coche e incluso poniéndote en riesgo de sufrir un accidente. En MULTIAUTO nos vamos a encargar de enseñarte cuales son los más comunes para que puedas hacer un buen uso de tu coche a la vez que cuidas su vida útil.

Pisar el freno con demasiada fuerza.

Frenar demasiado fuerte puede hacer que las pastillas de freno y los rotores se desgasten más rápidamente. Además, se somete a un esfuerzo excesivo a otras partes del coche, como los neumáticos y los componentes de la suspensión.

Pisar el pedal del embrague/freno.

Cuando estás aprendiendo a conducir, este es un error común porque no es fácil coordinar ambos pedales a la vez. Sin embargo, una vez que hayas aprendido a hacerlo correctamente, utiliza uno u otro, pero no los dos a la vez; de lo contrario, podrías calar el motor o provocar un desgaste innecesario del embrague o los frenos.

Conducir con neumáticos desgastados.

Los neumáticos desgastados son menos estables que los nuevos, por lo que son más propensos a derrapar o reventar al conducir por carreteras mojadas o durante paradas o giros bruscos. Además, contribuyen más al consumo de combustible que los nuevos porque no se agarran a la superficie de la carretera tan bien como los nuevos (por eso los fabricantes de neumáticos recomiendan sustituirlos a los seis años).

Conducir con niveles bajos de combustible en el depósito.

Esto aumenta las emisiones del tubo de escape hasta en un 20% y reduce el ahorro de combustible.

Apoyar la mano en la palanca de cambios.

Esto puede provocar el desgaste prematuro de varios componentes, como el embrague de la transmisión que conecta la palanca al engranaje de la transmisión. Si hace esto repetidamente, es posible que los engranajes no comiencen a acoplarse como deberían.

Girar el volante hasta el tope y mantenerlo

Durante las maniobras de estacionamiento, es común girar el volante de un tope a otro. Sin embargo, es mejor evitar llegar a este límite y, sobre todo, no insistir, ya que sobrecarga tanto la bomba de dirección asistida como la cremallera de dirección. Si escucha ruidos extraños mientras hace esto, le recomiendo que vaya a un taller para que revisen el sistema.

Cambiar de marcha con el coche parado.

Un embrague tiene una vida limitada e incluso cuando se usa bien, durará casi tanto como el automóvil. Algunas acciones son innecesarias y acortarán su vida, como cambiar de marcha cuando el automóvil está detenido, en un semáforo o en el tráfico. En tales casos, lo mejor es permanecer neutral.

No conducir muy rápido, pero tampoco muy lento.

Cuando se conduce a alta velocidad el vehículo generalmente se ve más afectado. Sin embargo, conducir demasiado despacio también puede ser perjudicial. Conducir en marchas muy altas y con un régimen del motor muy bajo afectará a su vida útil ya que no alcanzará la temperatura óptima de funcionamiento y el motor acumulará suciedad al no verse favorecido por un determinado caudal de escape.